El Teléfono
Los teléfonos, en principio, funcionan transformando impulsos eléctricos en ondas sonoras y viceversa.
Para ello, empleaban dos circuitos que operan a la vez: uno atiende a la conversación (parte analógica del aparato) y otro que se ocupa de la marcación y de la llamada. Conviene verlos por separado.
- Circuito de conservación. Está integrado por cuatro componentes: un auricular, un micrófono de carbón, una bobina híbrida y una impedancia de 600 ohmios, al menos en los modelos de teléfono tradicionales. El micrófono origina la señal, recibiendo las ondas sonoras de la voz y convirtiéndolas en un número de impulsos eléctricos que, del otro lado, son recibidos y reconvertidos por el auricular.
- Circuito de marcación. Compuesto por un disco que permite accionar un interruptor que genera una serie de pulsos de acuerdo al número discado (por ejemplo, el 0 tiene 10 pulsaciones), o bien por un teclado que opera igual, pero enviando dos tonos por cada pulsación. Este circuito se activa al levantar el auricular o encender el teléfono, y al recibir una llamada de este mismo circuito se desprende un impulso que mediante un electroimán hace oscilar una campanilla metálica (o que activa un generador electrónico, en las versiones modernas).
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